No todos los epilépticos logran responder al tratamiento basado en fármacos, es más, un 30% jamás lo hace.
El 75% de los pacientes que viven en países de ingresos bajos o medios, no reciben el tratamiento adecuado para su padecimiento.
La falta de conocimiento con respecto a este padecimiento ha generado discriminación y estigmatización, para aquellos que lo sufren y sus familias. Una creencia que proviene de la edad media, donde se creía que los epilépticos eran personas que habían sido poseídas por el demonio.